El orgullo saludable
el orgullo saludable
Las emociones son moldeadas por nuestra educación, las experiencias que vivimos o la cultura en la que nos desenvolvemos. Sentirlas es algo innato, sin juicio alguno cuando somos pequeños, pero que empiezan a distorsionarse a medida que nos hacemos mayores. Dejamos de lado unas, las pretendemos evitar, nos desbordan y nos bloquean. Otras, sin embargo, las usamos con demasiada frecuencia y también pueden acabar por bloquearnos. Esto se debe al rechazo de unas compensado por el uso excesivo de otras. Reacciono siempre desde la rabia porque no quiero enfrentarme a las pérdidas y a la tristeza que la acompaña, por ejemplo. Esto nos hace desbordarnos y vivirlas de forma extrema, pensando que nos sabotean y que no nos ayudan a estar bien.El orgullo es una de las emociones que más fácilmente intenta anularse a nivel social. Se asocia con soberbia, con rencor o con creerse por encima de los demás. Sin embargo, esto no es real. Sí que un extremo orgullo nos coloca en un pedestal, pero su ausencia genera complejo de inferioridad y baja autoestima.El orgullo sano es aquel que nos conecta con la admiración por nosotros mismos y nos permite reconocer lo que somos. Nos hace estar en el centro de nuestra propia vida, lo que no es egoísta como nos han hecho creer.
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